“Cuando me propusieron hablar por el Día de los Cafés Porteños sobre la experiencia de escribir en cafés, yo primero dije que sí. Un sí rotundo que salía, sin lugar a dudas, de la desesperación primaria de todo autor, sea por narcicismo o por hambre. Saben ustedes que las propuestas de cualquier cosa a escritores no abundan, mucho más si las propuestas versan de trabajo o relaciones amorosas duraderas”: con esta introducción digna de un stand up literario, leyendo desde su celular, Luis Mey inauguró «Rituales de Café».
De Bram Stoker al Chipi Barijho, del Tía María al mate, de los bares elegidos por gusto a los que se imponen por necesidad: la charla que compartió Luis Mey en Los Notables no fue sólo sobre Cafés sino, especialmente, sobre la vida que pasa mientras elegimos en cuál de ellos parar. A lo largo de este recorrido narrado por los suyos, las historias suceden en Miles, mientras intenta seducir a una camarera; en La Academia, mientras escribe de madrugada entre billares y borrachos; en La Bicicleta, donde su padre solía montar su “oficina”; en Babieca, en donde siempre espera cruzarse con el Mago sin Dientes. Y terminan en San Telmo, en Café La Poesía, cuando cuenta por qué empezó a escribir entre mesas, barras y mostradores de bar.
Como introducción y cierre para la charla, el quinteto Don Ruggero musicalizó los Altos del Café La Poesía con un repertorio jazzero.
